viernes, 27 de enero de 2012

Siempre hay uno



Siempre hay uno. O varios de la misma “especie”. Mientras tú digas blanco ellos te dirán negro. Para arriba o para abajo, en realidad la dirección que tomes, para ellos es la misma, es decir, no les interesa; su objetivo es la desviación. Desviarte de tu camino, de tus ideales o de lo que defiendas a capa y espada como “tuyo”.

El origen de lo que hacen es un misterio, pero se puede deducir que es por envidia o por simplemente incomodarte o ridiculizarte.  Buscan acoplarse a tus gustos y se presentan como buenos amigos detectando tu punto débil con sus críticas constructivas.

La zalamería es su fuerte, cual mansos corderos esponjosos y blanquitos derraman bondad y comprensión; al extremo. Han jugado con nosotros, por lo que hay que estar precavidos, pues, tu impotencia alimenta su ego.

Ni buenos ni malos, son perversos. Utilizan mascaras sociales para protegerse. Palabrean con mentiras que se demuestran con el tiempo porque sus actos contradicen sus adulaciones. Por último, si no puedes vencerlos, confúndelos.





Por:Andrea Siguenza

No hay comentarios:

Publicar un comentario