
Por: Andrea Siguenza
Saludar:(Del lat. salutăre). Mostrar a alguien benevolencia o respeto mediante señales formularias. (RAE).
Después del “mamá” y “papá”; viene el hola. En el primer día de clases de tu primera experiencia institucional, lo primero que te enseñan es a saludar. Me pregunto qué pensaría Manuel Carreño si viviera en esta época y presenciara por sí mismo todo lo que la gente le hace a sus buenos modales.
Desde mirar al piso, hasta ver lo guapo que está el celular; son un par de escapatorias para lo que hoy por hoy denominamos “sacar la vuelta”. Si es un desconocido completo, pasa, si es un conocido tuyo pero que a ti no te conoce, también pasa; pero si es tu ex compañero de clases del semestre pasado con el que compartiste un par de tutorías (incluyo profesores) y uno que otro rato, no pasa.
Esa fea costumbre de “hacerse los locos”, es totalmente desagradable y la peor falta de respeto. Es evidente el complejo. No crean que no se nota, ¡se nota! y lo saben, porque a ustedes también les ha pasado. Así pienses en el Yin y yo en el Yang, el mensaje es el mismo, es como un código universal.
Dicen que la sonrisa abre muchas puertas y que alegra a todos, entonces no comprendo el porqué del egoísmo o la pereza de hacer algo bueno por el otro, así sea un simple gesto facial. Que el mundo es pequeño y que da vueltas, ya lo sabemos, pero parece que se nos olvida; o ¿Acaso también estaremos “haciéndonos los locos”?. Incluso las mismas leyes del Karma apuntan al mismo término. Porque si hoy es por mí, mañana es por ti, por eso y más, has el bien sin mirar a quién.
Tienes toda la razón. Incluso yo lo he hecho cuando quiero evitar a alguien a quien no quiero saludar porque rara vez hemos hablado o porque simplemente no le quiero hablar... Solo que no nos damos cuenta que cuando nos pasa a nosotros es mucho más desagradable que cuando se lo hacemos a otros, por supuesto.
ResponderEliminarBien! :)
Felicitaciones, nuevamente accionamos... solo así se generan cambios.
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